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Errores que matan N° 1

by in Vida Sana 8 de febrero de 2018

Quizás el mayor error de la medicina del siglo XX de los muchos que existe, sea la recomendación de evitar exponerse a los rayos solares y siempre utilizar protector solar cuando se encuentre al aire libre.

 

¿No será peor el remedio que la enfermedad?

Cada verano ya por más de 40 largos años siempre los medios de comunicación nos abruma a toda costa de usar cremas contra los rayos ultravioletas, a pesar que por mucho tiempo y hoy cara vez más claro se sabe que el sol previene e incluso cura numerosas enfermedades, entre ellas el cáncer.

Numerosos estudios han demostrado que tener una mayor exposición a los rayos solares protege la salud y aumenta la longevidad.

Durante mucho tiempo se pensaba que exponerse a los rayos del sol era la principal causa de melanoma, la forma más letal de cáncer de piel.

Sin embargo, ahora, una gran cantidad de evidencia indica que, en realidad evitar la luz solar aumenta su riesgo de cáncer de piel, mientras que tener niveles más elevados de vitamina D, a través de la exposición a luz ultravioleta, es un beneficio protector.4

Además, la vitamina D aumenta la esperanza de supervivencia en los pacientes que padecen melanoma.

 

Los rayos solares la mejor defensa contra el cáncer

Esta función anticáncer del sol fue señalada ya en 1980 por dos médicos militares, los hermanos Garland, que habían observado una correlación negativa entre el nivel de exposición al sol y la inci­dencia del cáncer de colon y mama. Inmediatamente después, el doctor William Grant, antiguo científico de la NASA y fundador del Sunli­ght, Nutrition and Health Research Center, llegaba a las mismas con­clusiones con la ayuda de grandes series estadísticas. En 2008 se con­cluyó que los rayos de sol protegen del cáncer de mama y de pulmón y, desde entonces, la lista de tipos de cáncer que previene el sol no ha dejado de crecer, entre los que destacan los de próstata, de ovarios y de páncreas, así como los linfomas.

Brigitte Houssin, médi­ca de familia especiali­zada en micronutrición y osteopatía, dio la voz de alarma en una obra que pasará a la historia, Sol, mentiras y propaganda, publicada en 2010(1). Con ella dio un rotundo golpe en la mesa: “como consecuencia del excesivo rechazo al sol, el déficit de vitamina D favorece la apa­rición del cáncer”. Por ello

Es importante aclarar que en verdad el factor que impacta principalmente en el riesgo de cáncer de piel demostrado en muchos estudios no es el simple hecho de exponerse al sol sino el de quemarse la piel, como resultado de exponerse de forma excesiva e intermitente.

 

¿Y que hay de cierto en cuanto al melanoma?

No es ninguna sorpresa que, pese a las campañas de demonización del sol, el número de casos de melanoma haya aumentado de forma drástica en las últimas décadas en todo el mundo.

Lo cierto es que este tipo de cáncer de piel, el más agresivo y en aumento desde 1970, afecta sobre todo a las personas de piel muy clara y ojos azules, pelirrojas o rubias o que tengan pecas aparecidas en la adolescencia”, aclara Brigitte Houssin. Estadísticamente, su tasa de morta­lidad aumenta a medida que nos va­mos aproximando al ecuador, pero por lo general implica únicamente a las poblaciones emigrante del Norte (de piel más blanca y rasgos similares a los mencionados antes) pero entre las poblaciones autóctonas la tendencia es la contra­ria: lo que favorecería la aparición del cáncer no sería tanto la dura­ción de la exposición sino su falta, además de las quemaduras de sol. En definitiva, las personas de piel clara (que bloquea menos los ra­yos ultravioleta -UV-, sobre todo los UVA) deben ser más prudentes con el sol que las personas de piel morena, mientras que estas últimas deben exponerse a él más a menudo para producir vitamina D en dosis preventivas.

No obstante, existen además otros factores de riesgo para el melanoma, como por ejemplo un bajo consumo de frutas y verduras. Y es que sus an­tioxidantes previenen los daños en la piel asociados a los rayos ultravioleta UVA. Siendo la Astaxantina uno de los mejores antioxidantes protectores del exceso de exposición a los rayos solares.  Por último, según los especia­listas en el tema, hoy día los niveles de vitamina D en sangre parecen ser un mejor indicador del estado de sa­lud que únicamente el nivel de expo­sición al sol, ya que incluyen, además de esta variable, la del tipo de piel y la del comportamiento frente a la luz solar.

 

Otros beneficios de exponerse a los rayos solares

La exposición a los rayos ultravioleta B (UVB) que provienen del sol, tiene entre otros los siguientes beneficios para la salud de las personas

  • Estimula la producción de vitamina D en la piel. Prohormona única en el organismo que regula la expresión génica y fortalece el sistema inmunológico entre otras funciones.
  • Aumenta la liberación de endorfina, mejorando el estado de ánimo y reduciendo el riesgo de depresión crónica.
  • Estimula la producción de óxido nítrico que ayuda a bajar la presión arterial
  • Sincroniza los biorritmos importantes
  • Ayuda a tratar muchas lesiones cutáneas como la de la Psoriasis
  • Previene y logra remitir la tuberculosis e incluso la TB resistente a los antibióticos.

Frente a tantos beneficios de los rayos solares es una locura pensar que su simple exposición sea dañina para el organismo. Es lógico que por lo general todo en exceso es malo para el cuerpo y los rayos solares no es la excepción.

Por otro lado los rayos rojo e infrarojos del sol energizan a la enzima citocromo C oxidasa en las mitocondrias para facilitar la producción de energía celular.

De acuerdo con recientes estudios, actualmente la deficiencia de vitamina D afecta a casi mil millones de personas en todo el mundo. La razón de esta deficiencia es un problema muy generalizado debido a una falta de exposición a los rayos del sol causado por utilizar una cantidad excesiva de protector solar

 

Medidas Generales Para Exponerse Prudentemente a los Rayos solares y gozar de sus beneficios

  1. Como regla general, muy a lo contrario a lo difundido por el sector salud, el mejor momento para exponerse a los rayos del sol para optimizar sus niveles de vitamina D en el verano es alrededor al medio día, es decir entre las 11am a 1pm

(El nivel de vitamina D que debe tener como objetivo se encuentra entre 40 a 60 ng/ml)

  1. El tiempo de exposición va a depender de varios factores como, el color de su piel, grado de sensibilidad, y tiempo de adaptación
  2. Color de piel: Entre más claro sea el color de su piel, requerirá una menor exposición a la luz ultravioleta (5 a 15min). Además, una piel más clara es más vulnerable a los daños causados por exponerse en exceso. Las personas de piel oscura necesitan mayor exposición a los rayos solares para estimular la producción de vitamina D y además son menos vulnerables a los daños causados por exponerse en exceso (15 a 30 min)
  3. Graso de sensibilidad: En el caso de las personas que tienen la piel muy clara y las que padecen fotodermatitis, es posible que lo ideal sería primero consumir antioxidantes que disminuyen el daño de los rayos solares como el aumento de consumo de omega 3 (ADH y EPA) Aceite de bacalao y el consumo de astaxantina y no exponerse al inicio de ninguna forma a los rayos del sol; y deben medir cuidadosamente los niveles de vitamina D, mientras se aseguran de tener un consumo adecuado de vitamina D, vitamina K2, magnesio y calcio.
  4. Tiempo de adaptación: En todo momento debe evitar las quemaduras solares; y debe tener especial cuidado si no ha estado bajo los rayos del sol durante algún tiempo. Por lo que sus primeras exposiciones del año deber ser las más prudentes; y al principio, deberá limitar su tiempo bajo la luz solar

Desarrolle su tolerancia al exponerse al inicio de la temporada de primavera, y gradualmente aumente el tiempo que pasa bajo los rayos del sol, para evitar quemarse. Una vez que su tolerancia haya aumentado, enfóquese en exponerse a la luz solar en cantidades suficientes, para mantener sus niveles de vitamina D alrededor de 40 a 60 ng/Ml

  1. Exponga tanta cantidad de piel como pueda, no solo de sus brazos y rostro. Tan pronto como su piel empiece a obtener un color rosado, suspenda la exposición y cubra su piel para evitar quemarse
  2. Aumente su nivel de «protector solar interno» al consumir alimentos ricos en antioxidantes como la Astaxantina, vitamina C, y grasas saludables, como los omegas 3 (EPA y ADH) que lo encuentra en los pescados grasos de color oscuro
  3. SI va a exponerse mucho tiempo al sol, use protectores físicos y nunca de tipo químico porque son tóxicos. Use sombreros anchos, paraguas y ropa delgada fresco de color claro.
  4. Evite en lo posible exponer el rostro a los rayos solares porque es muy sensible y puede condicionar fotoenvejecimiento.

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